City Bell tuvo su cine...

Hace apenas una semana Adriana escribió a City Bell Viva ofreciendo compartir sus recuerdos y los de su madre sobre los orígenes del Cine Cantilo, ya que su padre había sido uno de los cinco socios que dieron origen al proyecto.

Transcribo en su totalidad lo que envió, incluyendo imagenes y referencias a dos de los socios del emprendimiento.



City Bell tuvo su cine

Transcurría el año 1955 cuando cinco amigos concibieron el proyecto de construir un cine en City Bell.

Rodolfo Falcioni (médico) (1), Juan Falcioni (contador), Aldo Carrara (ingeniero), Eduardo Alonso (empresario) y, mi esposo, Néstor Gallo (docente) (2) adquirieron el lote sito en calle Cantilo entre 1 y 2 (donde hoy funciona una iglesia) realizando una inversión de nueve mil pesos ($9000) cada socio.

El Cine City Bell fue inaugurado el 26 de setiembre de 1957 y en la ocasión se proyectó “Las grandes maniobras” con Michele Morgan y Gerard Philipe y dirigida por Rene Claire.



Néstor viajaba personalmente en el Expreso Buenos Aires o Río de La Plata hasta Capital Federal, seleccionaba las películas destinadas a la próxima cartelera en los Laboratorios Alex situados en calle Maipú N° 456 (3) y las traía para ser proyectadas por el Señor Enrique Kirschenheuter. 

Al poco tiempo, y con el objeto de seducir a los espectadores, realizó la gestión con las autoridades de Expreso City Bell (o línea 3) para extender el horario nocturno lo cual posibilitó un servicio de colectivos para cuando culminara la última función (aproximadamente a las 24 horas).

Recuerdo que los días domingos por la mañana se exhibían películas para los niños, como así también que los acomodadores se llamaban Cristo y Pintos. El Señor Josa - quien había trabajado anteriormente en la confitería Paris - era el encargado de la venta de golosinas.

Luego de dos años, y al verificar que no era un emprendimiento para esa época - ya que los números denotaban que el negocio no funcionaba por diversas circunstancias -, decidieron venderlo a una empresa de cines de Quilmes, la cual lo mantuvo en el rubro por dos o tres años más para, luego, cerrar definitivamente como tal.
                                                                 
 Beba Güimil de Gallo


(1) Dr. Rodolfo Falcioni

Cuentista, novelista, dramaturgo, a más de ser un hombre prestigioso en su actividad profesional, quien nació en La Plata el 24/06/1916, graduándose en 1942, en la Facultad de Ciencias Médicas de UNLP en la especialidad de “clínica médica”. Abocado a su profesión, entre 1955/70 ejerció la Jefatura del Servicio de Clínica Médica del Hospital Italiano, y vinculado a su actividad también se desempeña en la Administración Pública, como Director de Relaciones Públicas del Ministerio de Salud Pública bonaerense, aunque por un breve período.
A temprana edad incursiona en la literatura, adjudicándose en 1934 el Primer Premio del Concurso Literario para Estudiantes Secundarios de la Provincia de Buenos Aires. Su producción, que se inicia como cuentista, discurre luego con éxito por los géneros de  teatro y novela obteniendo, entre otros, el Primer Premio Provincial a la novela “El Hombre Olvidado” (1958) y Primer Premio Dirección de Cultura bonaerense a la obra de teatro “Beatriz no quiere desnudarse” (1964).
Vale destacar que los derechos de sus novelas “La puerta del infierno” y “El Hombre Olvidado”, fueron adquiridos con intención de ser llevados al cine.
Vivió largos años en la localidad de City Bell, en las entonces calles 11 esquina 17, mudándose luego al centro platense.
(El Día, Supl. Nuestra Zona, del 17/02/2012)


(2) Prof. Néstor Delfor Gallo

Nacido en 1924, cursó el ciclo secundario en el Colegio Nacional Rafael Hernández, graduándose en la facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata. Perteneció al grupo fundador del Teatro Universitario de La Plata; trabajó durante años en el ámbito radial y colaboró con el siempre recordado Cándido Moneo Sanz en muchas de sus películas, pioneras a nivel local.
Además de su constante labor en diversas cátedras, dictó innumerables cursos y conferencias en la Provincia y el país, realizando decenas de trabajos audiovisuales. En su producción literaria, resaltan las novelas históricas Adiós Buenos Aires y Aguas Doradas.
Es en el campo de la Museografía donde su tarea adquirió perfiles de singular relieve: becado por la OEA en el Museo Nacional de Antropología de México, fue Director Fundador del Museo Histórico de Ranchos, y posteriormente Director del Museo Histórico Regional de Quilmes y Director del Complejo Museográfico de Luján. Se casó con Beatriz Güimil, perteneciente a una tradicional familia local, con quien tuvo dos hijos de destacada trayectoria profesional, y siete nietos.
http://www.eldia.com.ar/edis/20080908/laciudad3.htm


(3) “…Aisemberg señala que: El laboratorio Alex es el más importante de nuestro país y uno de los mejores del mundo, ya que trasciende en mucho la capacidad de producción de nuestra cinematografía aún en épocas normales...”
Julio Miguel Azamor. “Laboratorios: La cocina del cine”, 28/06/11
http://jmazamorwritings.wordpress.com/2011/06/28/laboratorios-la-cocina-del-cine/



Más información:
http://citybellviva.blogspot.com.ar/2010/03/enrique-kirschenheuter-y-el-cine.html
http://citybellviva.blogspot.com.ar/2010/03/los-programas-del-cine-cantilo.html