Museo: (IV) Los contenidos...

(Por favor, leer las entradas I, II y III para darle sentido a esta conclusión. )

En el año 1994, cuando hacíamos la capacitación docente en plena implementación de la reforma al sistema educativo que instaló el esquema de EPB, ESB y Polimodal, estábamos (casi) todos muy convencidos de los beneficios y ventajas del nuevo sistema/esquema. Es aterrador saber que apenas 15 años después, antes de que haya habido al menos una promoción que se haya formado totalmente en el nuevo sistema...

Si querer ni poder evaluar si la reforma era realmente necesaria o conveniente, me interesa rescatar algunos conocimientos adquiridos que me dan un poco de luz a la comprensión del proceso de enseñanza - aprendizaje. Uno de los conceptos que más fuerte me pegó tiene que ver con los tipos de contenidos que deberían observarse a la hora de planificar una acción educativa.

Se hacía mucho hincapié en que siempre debían tenerse en cuenta tres tipos de contenidos:
■ Contenidos Conceptuales:
■ Contenidos Actitudinales:
■ Contenidos Procedimentales:

Los Conceptuales tienen que ver con los conocimientos y saberes tradicionales; con lo que sabemos de un determinado tema, con el cumplimiento de un programa de estudios, etc. Estos contenidos siempre fueron tenidos en cuenta en relación con la idea de educación.

Los Actitudinales tienen en cuenta, justamente, la actitud del educando frente al tema que se esté tratando. Además de los conocimientos que se tengan de un determinado tema, se trata de fomentar un compromiso con el proceso, voluntad de aprender, predisposición, ganas! Estos contenidos no reemplazan a los Conceptuales, preparan al individuo para que se comprometa más fuertemente con el proceso.

Finalmente, los Procedimentales tienen que ver con las actividades o ejercitación de los contenidos Conceptuales adquiridos. Además de los conocimientos y la disposición que pongamos, el proceso se complementa si podemos hacer algo con lo que aprendimos; ejercitarlo, ponerlo a prueba, usarlo, incorporarlo...

Un imagen: Los conceptuales necesitan de un cerebro que aprenda, los actitudinales de un corazón que quiera y los procedimentales de manos que hagan...

Por ejemplo, si nos enseñan a multiplicar, debemos comprender los mecanismos necesarios y memorizar las tablas.... estos son los contenidos conceptuales. La comprensión de la importancia de este conocimiento y proponernos proyectarlos a todas las actividades cotidianas, tiene que ver con lo actitudinal y la ejercitación que hagamos de este nuevo conocimiento, planteándonos y resolviendo problemas prácticos, se relaciona con lo procedimental.

Esto que puede resultar obvio para muchos, a mi me permitió ampliar la forma de ver cada cosa que encaro o que me suceden en la vida... permítanme compartir con ustedes este humilde logro...

Como no podía ser de otra manera, este análisis de contenidos es también aplicable a la idea del Museo... Y no son casuales las tres entradas que publiqué, en orden cronológico, relacionadas con el tema (ver: Ciencias Naturales de La Plata / Primer intento en City Bell / Dos intentos desde el Estrada)

La entrada en que cuento mi experiencia en la Sala de Botánica del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, me conduce al primer contacto formal que tuve con el mundo de los museos, ya no como visitante activo sino como colaborador en la creación de un nuevo espacio. Mi participación fue breve pero muy intensa, aprendí mucho y por primera vez sentí esta inquietud que hoy se expresa en el mantenimiento de las distintas alternativas de City Bell VIVA y en la propuesta que estoy empezando a esbozar relacionada con nuestro propio Museo...

Al contacto con el Museo de La Plata lo relaciono con la aproximación a los primeros contenidos conceptuales. Si sabemos mirar, la simple visita al Museo ya es de por si una lección sobre museología. Podemos descubrir que hay muchas maneras de exhibir un objeto (desde la simple exposición en una vitrina, hasta la integración a un diorama o una maqueta, la reconstrucción de su entorno, su ubicación en una línea de tiempo, esquemas, cortes, comparaciones y hasta el uso de medios audiovisuales...)

De vuelta en casa, podremos acceder también a mucha más información y hoy, particularmente gracias al uso de Internet... consultando por correo a gente que está dispuesta a colaborar, visitando en forma virtual museos de todo el mundo, consultando bibliografía, etc.

Con el proyecto de Fábrega descubrí el interés y el entusiasmo por volver a participar en este tipo de proyectos. Ahora entiendo que ese entusiasmo se relaciona con los contenidos actitudinales. Independientemente de los resultados y la oportunidad del proyecto, rescato el entusiasmo y el compromiso con que hicimos el intento y que (al menos en mi caso) no desaparecieron con el tiempo, sino que han ido encontrando otros caminos, otros canales. La actitud nos mantiene atentos y predispuestos....

Finalmente, las experiencias posteriores, encausadas a través de las muestras en el colegio Estrada me permitieron ejercitarme en actividades compatibles con la implementación futura de un museo. Acá aparecen los contenidos procedimentales: trabajar en función de la idea final... seguir sacando o escaneando fotos, guardar notas publicadas, hacer maquetas, subir cosas nuevas al blog... son todos ejercicios de precalentamiento para cuando llegue el momento oportuno...