Jorge Concistre: "Hacedor de escuelas"

Hace varios años, cuando estaba armando la sección "Escuelas" de la página web, visité cada una de las escuelas de City Bell buscando información, fotografías y datos históricos.

En escuela Nº 67 del barrio Los Porteños, me contaron que dicho establecimiento había sido creado a partir de una gestión realizada por Jorge Concistre, y que esta persona ya había colaborado en la creación de otras escuelas en la zona. Este dato me llamó la atención y busqué, infructuosamente, más información sobre esta particular persona. Periódicamente incluía su nombre en mis búsquedas en Internet y finalmente, en estas vacaciones de invierno, me encontré con la grata noticia de que en Tolosa (lugar donde reside) le habían rendido un homenaje por su incansable labor en favor de la creación de escuelas. Fué muy emocinonante conocer su historia y además, poder identificarlo a través de una fotografía.


El maestro Jorge Concistre durante un reconocimiento en Junio de 2010

Desde esta entrada, humildemente, quiero rendirle un homenaje a este hombre de bien, compartir con ustedes la buena noticia y agradecer la lección de vida....Gracias don Jorge!!

Los invito a leer los considerandos de este proyecto de ley, presentado en julio de 2004 en el Senado, para declararlo Ciudadano Ilustre de la Provincia.


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Especial: Día de la madre...

”Todos los días son el día de la madre...”, pero algunas veces en el año, en algunas fechas especiales, nos ponemos a repasar algunas historias...

La historia de Inés, nuestra mamá, quizás no sea muy distinta de la de tantas otras madres, pero nuestra familia ha estado siempre un poco expuesta desde la vidriera de Pinocho y con un poco de celos la hemos compartido con generaciones completas de alumnos del colegio Estrada. Para todos aquellos que alguna vez se sintieron protegidos bajo sus alas y como homenaje a todas las madres, queremos compartir con ustedes esta sencilla historia de vida.


El abuelo José, papá de Inés, siguiendo los pasos de su padre y como casi todos en la familia, trabajó toda su vida en el ferrocarril, en distintas estaciones del centro de la provincia de Buenos Aires.

En 1922, estando trabajando en “Talleres”, en ocasión del casamiento de su hermana Carola, conoció a la hermana del novio y más tarde su esposa: nuestra abuela María Bárbura Bertencina ("Hortensia") Ragaglia, quien vivía en Adrogué.
Designado José como primer jefe de la flamante estación “El Trigo”, se instaló allí con su novia y futura suegra. Al año se casaron y formaron su hogar en el mismo edificio de la estación.



Conectada con el mundo sólo a través de las vías y en medio del campo, la estación tenía cinco dependencias utilizadas para usos específicos (habitación del cambista, depósito de encomiendas, farolería, telégrafo y atención al público) pero también poseía dos dormitorios, una cocina y un comedor destinados a casa-habitación del Jefe y su familia. En la franja de tierra entre el andén y la calle de circunvalación, don José tenía una importante huerta y criaba algunos animalitos.

Al año y medio de casados, en 1929, nació mamá: "Inesita"




Inés con sus padres: José y Hortensia


Inesita

A los 3 y 5 años de Inés nacieron sus hermanas "Queca" y "Maruca".


Inés, Queca y Maruca

A través de los relatos de Inés sobre sus andanzas juveniles, siempre se nos representó El Trigo como un paraíso terrenal, de vida en familia, contacto con la naturaleza e inocente curiosidad por las novedades que el tren traía de la ciudad.


Doña Matilde Martinicorena (quien muchos años más tarde, ya jubilada, vino a vivir a City Bell) fue maestra en El Trigo y en su libro “Recuerdos de una Escuelita Rural(Buenos Aires, Ed. Publicidad Gráfica Beta, agosto de 1969) retrató el estilo de vida sencillo pero intenso de aquel pueblito. Leer algunos pasajes del libro



En la escuela Nº 3 de doña Matilde, Inés cursó de 1ª a 3ª grado, y debió vivir en casa de sus tíos en Azul para completar el 6ª grado.


De vuelta en El Trigo a partir de 1941, los años de la adolescencia transcurrieron en un pueblo que ya tenía algunas actividades sociales como bailes, fiestas, carreras cuadreras, etc. e infinitas posibilidades de compartir aventuras en las lagunas cercanas, andando a caballo o montados en la zorra (los días en que no pasaban trenes) con amigos y primos. En esos años Inés aprendió las tareas de la casa, a coser y bordar, a cocinar y hasta un poco de telégrafo en la oficina de su padre...




Durante la gobernación de D. Mercante se realizaron tareas de mejoramiento y ensanche en muchas rutas de tierra de la provincia. Entre ellas resultó favorecida la Nº 93 que pasaba por el frente de la estación El Trigo uniendo Las Flores con Saladillo. Las tareas de medición y amojonamiento, previas a las obras, eran llevadas a cabo por personal de Vialidad de la Provincia que formaban campamentos al costado de la ruta, buscando siempre la presencia de centros poblados o caseríos.

En el año 1948 se instaló uno de estos campamentos en proximidades de la estación y entre los trabajadores que durante sus horas de descanso andaban merodeando por el pueblo, uno, particularmente alto y que tocaba la armónica, comenzó a frecuentar la estación y nadie sabía bien por cual de las tres hijas de don José era el interés... Así es como Inés e Ive se conocieron…

Sin medios de comunicación, con un empleo que llevaba a Ive de un lugar a otro de la provincia y con una distancia entre La Plata y El Trigo que en aquella época parecía mayor que la que se mide en kilómetros, el noviazgo de la pareja fue corto y entrecortado: apenas dos años y medio.

En 1951, junto con la jubilación de José y la mudanza de la familia a Las Flores, Inés también dejó El Trigo pero para casarse y mudarse a La Plata…



El casamiento tuvo lugar el 31 de marzo de 1951 y viviendo en La Plata, comenzaron a evaluar la posibilidad de construir su propia casa y entre los posibles lugares terminaron eligiendo a City Bell. En aquel entonces City Bell era una localidad en la que todavía había oferta de terrenos a precios razonables y se encontraba relativamente cercana a La Plata. Además influyó el hecho de que allí viviera su primo Ernesto y Leticia

Construída la casa, se mudaron aquí en el año 1956…

Hacia fines del año 65, Inés y su prima Mercedes empezaron a planificar asociarse para poner un negocio y así nació Pinocho.


Inés y Mercedes

A partir de entonces Inés dejó de ser un ama de casa anónima, madre de tres hijos, para convertirse en madre sustituta, asesora sentimental, psicóloga y bibliotecaria voluntaria de cientos de chicos que estudiaron en el colegio Estrada.



Inés detrás del mostrador

Sentimos, con orgullo, que desde entonces nuestra mamá empezó a formar parte de muchas otras familias y podemos estar seguros de ello porque la gente nos lo recuerda permanentemente. Por la intensa relación que tanta gente tuvo con ella y por los bellos recuerdos que recibimos contínuamante, hemos querido compartir esta sencilla historia con ustedes…

Feliz día a todas las madres…

Juanjo, Daniel y Andrés

Fotocaminata (lo que dejó)

Fotografías: Florencia Vendramin


El domingo 10/10 se realizó la Fotocaminata organizada por DNI City Bell. El balance y las conclusiones “oficiales” de lo sucedido durante la actividad se podrán encontrar en el blog de la asociación; pero me tocó participar activamente de la caminata dando referencias de los sitios visitados y me gustaría compartir con ustedes mi propia evaluación de lo sucedido.


Lo primero que me sorprendió (aunque íntimamente lo esperaba) fue la masiva respuesta a la convocatoria. Ver a la gente llegando al aljibe “desde los cuatro vientos” fue la primera gratificación. Gonzalo, uno de los atentos participantes, contó 90 personas... Considerando que fue un fin de semana largo, que el día estuvo espectacular para muchas otras posibles salidas y que la propuesta no ofrecía premios sino esfuerzo, creo que hay que mirar con atención la respuesta de la gente



Durante las tres horas que compartimos por las calles del pueblo, desde mi subjetividad más absoluta, pude observar algunos hechos que comparto sin ordenamiento:


Observo que la gente aprovecha cada oportunidad que se le presenta para quejarse sanamente de las cosas que le molestan y preocupan. El arbolado, la explosión comercial, el tránsito, los cables, las manos y los nombres de las calles, la marginación de los barrios más alejados... Y lamentablemente no tenemos claro dónde deberíamos hacer estos reclamos o en el peor de los casos, los reclamos no obtienen respuestas. Lamento no poder dar respuesta y ni siquiera poder tomar como propias las inquietudes que me hacen llegar. Me honra ser depositario de tantas inquietudes pero nadie, solo, tiene soluciones a la mano para tantas inquietudes. Tendremos que juntarnos y organizarnos, vecinos; y creo que esta caminata fue en esa dirección.

También me gusta pensar que para cada tema del que nos quejemos, deberíamos pensar y proponer soluciones creativas, lógicas y que respeten el bien común.



Esta caminata (y cualquier otra actividad similar) normalmente tienen varios objetivos: primarios, secundarios y hasta insospechados...

Un día antes de la marcha se dio este hecho, como efecto no esperado de la convocatoria: Al leer el aviso de la caminata en el Semanario Norte, una vecina, cuya familia política habitó las casillas del ferrocarril próximas al aljibe, se decidió a compartir algunas de las fotografías familiares en las que puede verse el aljibe como parte del paisaje. Hablamos por teléfono y en pocos minutos llegó hasta mi casa con su álbum familiar. Gracias a esta reacción espontánea y solidaria, el proyecto de restauración cuenta ahora con tres nuevas fotografías (inéditas) que avalan el carácter histórico y fundacional del aljibe... Con la misma velocidad y desinterés, Guillermo (de citybellinos.com.ar) nos acercó otra fotografía de su propiedad y sigue custodiando una parte de la estructura hasta que el aljibe pueda ser reconstruido.



Hay otros efectos secundarios, pero no menos importantes. Se propuso hacer una Fotocaminata y exponer las fotografías tomadas para fomentar una visión diferente del nuestro pueblo. Una cámara obliga a mirar de otra manera... la fotografía nos obliga a descubrir los detalles, nos muestra desde otra óptica lo que no vemos en forma cotidiana. Esa fue la intención de la convocatoria. Se evitó el concurso, la selección y el jurado; se trató de que cada participante pudiera elegir su fotografía más significativa. Además, cuando sacamos fotos, luego las atesoramos, las guardamos, las vemos de vez en cuando y muchas veces las compartimos. ¿Qué mejor que una foto de City Bell como fondo de pantalla, no?




En nuestro movimiento por las calles y veredas seguramente entorpecimos un poco el tránsito y podemos haber inquietado un poco a algunos vecinos descubriendo a casi un centenar de personas fotografiando sus propiedades... Pidiendo disculpas por las molestias, también está bueno que el pueblo vea y sienta que hay muchos vecinos que estamos preocupados por el presente y el futuro de nuestra localidad, y lo expresamos paseando.... Así como a muchos de nosotros nos molesta transitar por veredas repletas de “turistas”, obstruidas por mesas de confiterías o motos descomunales, por un rato recuperamos parte de nuestro espacio e hicimos todo lo posible para que la noticia se conozca...





Finalmente quiero expresar la satisfacción que me produce poder oficiar como “guía” de estas caminatas. Sin más mérito que la caradurez y un poco de inconciencia, uno ha podido recopilar y atesorar las historias contadas por otros y retransmitirlas (un poco recicladas y adornadas) para que encuentre más difusores... Con que cada uno de los 90 caminantes comparta con varios de sus conocidos o familiares algunas de sus sensaciones, información recibida o inquietudes, rápidamente el mensaje se podrá extender y se estarán cumpliendo con los objetivos de esta misión autoimpuesta...


Gracias a todos... A los que organizaron, a los que participaron y a los que apoyan con su opinión, elogio o crítica...

Esta fue, también, una forma de decir: Te quiero... City Bell






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Visita al casco de la Estancia Grande

El sábado 9 de octubre, un grupo de 40 vecinos pudimos realizar una recorrida por los edificios históricos de la Agr Com 601, pertenecientes hasta el año 1944 a la Estancia Grande de la familia Bell.


Visitantes frente a la casa principal de la estancia

La mitad de los visitantes fueron integrantes del grupo de Teatro Comunitario "La Caterva", que desde una actividad artística está buscando fortalecer la identidad de nuestra comunidad y reclama, con justicia, el acceso al patrimonio histórico de este lugar.


Oratorio "Arcangel San Gabriel"




Casa del Mayordomo





Casa principal



Integrantes de "La Caterva" junto a la puerta que formó parte de una construcción jesuítica de mediados del 1600




Explicaciones frente al "Museo de las Telecomunicaciones"



El momento del intercambio de opiniones...


Los más chicos disfrutando de un paseo imaginario sobre un tanque Sherman...

Desde el Jardín...

Quizás haya una relación entre esta historia y el argumento de "Desde el jardín" (en que una persona es capaz de llegar hasta las más altas esferas de la sociedad con su humilde visión de jardinero como única herramienta)

Esta historia empezó con un mensaje dejado por Mariángeles (una docente del Jardín 911) invitándome a visitarlos, porque con sus alumnos estaban investigando a "las aves que visitan el Jardín" como parte de un Proyecto de Identidad.  Les gustó la propuesta de hacer comederos y pusieron manos a la obra...

El viernes 24 me recibieron las salas verde y azul de las señoritas Mariángeles y Andrea: charlamos... me contaron lo que vieron durante una visita al Parque Ecológico, nos pusimos de acuerdo en la inconveniencia de encerrar aves en jaulas y reflexionamos sobre la responsabilidad que implica alimentar aves; vimos fotos, escuchamos grabaciones de cantos y finalmente construimos dos clases de comederos (pasta comestible dentro de naranjas y tolvas) y los colgamos en el patio... 



Armando comederos

Supongo que no está de más decirles lo gratificante que resultó para mi la experiencia.... Desde lo humano, por el simple hecho de poder conectarme con los chicos; pero también desde otros aspectos (que me cuesta definir) al ver el compromiso temprano, que los docentes promueven y los chicos adoptan, con la naturaleza y con la localidad.   Quizás, gracias al trabajo que hacen estos chicos ahora, podamos tener esperanzas de que no se va a perder el estilo de VIDA que pretendemos mantener en City Bell...
  

Aves de la Zona
según la particular óptica de los alumnos del Jardín 911






 Gracias por permitirme ser uno más de ustedes durante un rato...