Su primera responsabilidad consistió en el cuidado de las gallinas de un criadero que se encontraba en lo que ahora es Jorge Bell entre Pellegrini y Güemes.
Cuando murió Jorge Bell, estas tierras se repartieron entre herederos y comenzó un período de fragmentación de la estancia y venta de las tierras, y junto con ello se decidió la creación del pueblo, como ya se ha explicado largamente... En esta época, la principal actividad de José fue la de levantar los alambrados internos de la estancia hasta los límites con Villa Elisa y hasta la Estancia El Rincón, para permitir el trazado del nuevo pueblo.
Ya adolescente, compró su primer camión (puesto a nombre de su padre) y se dedicó a realizar changas y comisiones a Buenos Aires con una frecuencia de dos viajes por semana.
Primer camión: Ford a bigote, modelo ‘28
Camión Chevrolet N° 2, usado para las comisiones a Buenos Aires
Con una semana de diferencia, en el año 1929, su hermano Enrique y luego él, protagonizaron los primeros casamientos celebrados en City Bell. Las ceremonias se llevaron a cabo en la Casa de Té (actual Club Atlético) que en aquel entonces concentraba casi toda la actividad social del pueblo.
En los años '30 la Estancia “El Rincón” (que había sido heredada por Eduardo Bell, hermano de Jorge) fue vendida a Saint Hnos, la conocida empresa de los productos “Águila Saint”. José consiguió trabajar para Saint transportando (en tarros) la leche producida en El Rincón hasta Buenos Aires. Esta actividad le resultó beneficiosa y en cuatro o cinco años pudo crecer hasta disponer de cinco camiones para la tarea.
Camión Federal, utilizado para trasportes a la empresa Saint Hnos
La nueva actividad consistió en la venta de cereales, carbón y leña en el pueblo, a lo que se le agregó la venta de combustible (principalmente querosene) concesionado por la empresa Esso. Para esta actividad levantó un galpón en Sarmiento y Cantilo, donde funcionó el primer surtidor del pueblo, conectado a un tanque subterráneo de 3000 litros. El segundo surtidor del pueblo estuvo ubicado en Centenario entre 15 y Pellegrini, en lo que después fue la primitiva estación de servicio de Robledo.
Además de cubrir la necesidad local de combustible, la provisión se extendió hasta los haras ubicados en Gorina y El Ombú (actual Country de Estudiantes)
Hacia el año ’40 Verge comenzó a trabajar para la empresa Nestlé, transportando leche desde Punta Indio hasta la planta ubicada a la entrada de Magdalena y desde Magdalena a Buenos Aires. Cuando esta planta empezó la producción de productos elaborados, Verge se ocupó del transporte hasta Buenos Aires.
Camiones N° 1 y N° 4, utilizados para el transporte de productos Nestlé
Aprovechando el conocimiento de la región, anexó el reparto de encomiendas a Magdalena y posteriormente a Pipinas y Verónica.
José Verge se jubiló en 1968 y vendió sus camiones a la empresa Rabionne.
José Verge, a los 68 años, en ocasión del homenaje realizado en 1969 a los pioneros de City Bell, en el 55° Aniversario del pueblo.
Alberto Verge, hijo de José, fue quien me recibió en su casa para contarme todas estas historias. Trabajó a la par de su padre durante toda su vida y cuando José se jubiló, quedó con uno de los camiones y refundó la empresa familiar, llegando a tener cuatro camiones. Alberto continuó con la actividad durante casi veinte años más, hasta su propia jubilación en 1986.
Logotipo de la empresa de Verge
Ahora pueden haber camiones mejores, pero sin ellos no se hubieran reinventado
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