Quizás ustedes ya sepan que uno de los senderos del Parque Ecológico Municipal lleva el nombre de "Eleonora"; más precisamente el que nace en la casona y se dirige, en diagonal, hacia el destruído puente "Fukui".
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Sendero "Eleonora" |
Yo sabía que Eleonora había sido una estudiante de Ecología, fallecida a muy temprana edad y solamente eso... Pero hace algunos días, Ramiro, un lector del blog y vecino de City Bell, además de hacerme conocer su nombre completo: Eleonora Pisano Gobbi, me envió un correo con estas palabras:
...y me pregunté si conocías la historia de Eleonora... Ella fue estudiante mía de Ecología en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo (UNLP). Recuerdo cómo ella enfrentó sus últimos días de vida..., siendo muy joven, y llena de energía...
...pero en lugar de hablarte de ella te adjunto un archivo con relatos de una de sus amigas...
Y adjuntó a su correo las palabras escritas en su homenaje por una amiga, Verónica. Entre los comentarios encontré uno del padre de Eleonora y me comuniqué con él queriendo conocer más sobre la
vida de su hija. Después de un primer encuentro, vino hasta mi casa y tuvo la gentileza y
fortaleza de compartir con nosotros una fotografía de su hija ("Un canto a
la vida" como la llama él) y algunas palabras con que la recuerdan sus allegados, para que la conozcamos y recordemos como se
merece: viva y activa...
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Eleonora Pisano Gobbi |
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Algunas de las palabras de Verónica, en su blog "Cielo y Tierra", expresadas con dureza desde su visión de médica:
Esto va para Eleo
Eleonora tenía veintitrés años cuando murió de cáncer. De melanoma, sustantivo que lleva por innecesario adjetivo el de maligno.
Su
muerte fue impresionante. Yo tenía entonces veinticinco años, acababa
de recibirme de médica y los contactos con la muerte habían sido breves y
distantes. (...)
La muerte hasta aquí era una cama vacía. No tenía que vérmelas con la muerte concreta sino con el símbolo de la muerte.
Además Eleonora no era un paciente. Era mi amiga. (...)
Eleonora se negó, después de
algunos ciclos de seguir el tratamiento con interferón porque le
producía un cuadro de gripe muy intenso que la obligaba a hacer reposo y
no quería perderse un solo minuto mas de su vida.
Estaba mas viva
que nunca, dejó a su novio sin mayores explicaciones, aprovechó la
flacura para ponerse ropa que nunca se había puesto, siguió estudiando
ecología, visitó su larga lista de amigos periódicamente, y tuvo una
fugaz reconciliación con su padre que le pagaba una psicoterapia para
enfermos terminales que también abandonó.
Ella y la vida que
desbordaba fueron su único tratamiento, su cuerpo se apagaba y su
espíritu resplandecía. La última vez que la vi, quince días antes de
morir, estaba planeando cómo iba a dar los finales en marzo y con un
criterio muy ecológico me dijo que no se iba a ir de vacaciones porque
tenía tan poca energía que tenía que guardarla para las cosas mas
importantes.
Estaba pasando las fiestas con mi familia cuando me enteré que estaba en coma, volví a La Plata para su muerte (...)
Unos dos meses mas tarde escribí un poema en un papelito
y con unas flores naranjas lo llevé a su tumba y lo enterré. El poema
lo había escrito para mi abuela China que también había muerto de cáncer
unos meses antes (...) Bastante tiempo después escribí otro, esta vez si para Eleonora:
Eleo,
sé que andás por ahí
saltando charquitos
fabricando barcos de papel
y poniéndolos en el agua sin pisarla
despacito, para no quebrar el espejo
donde existe una vez mas, tu cara
redonda, tu pelo naranja
sé que andás por ahí
y no dejo de mirar un solo charco
sabiendo que al fin, no voy a encontrarte
(Leer el texto completo)
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Transcripción de aviso diario El Día, de fecha 16 de enero de 1996.
Querida Eleonora. Dicen que uno es lo que deja en los demás, hoy tu recuerdo se agranda hasta convertirse en miles de estrellas. Fuiste sol, mares, libertad, risas, música, campanas, vuelo de pájaros... Honraste la vida... Los que tuvimos la bendición de conocerte en el amor, espiritualidad, positividad y sabiduría, hoy deberemos "hacer la tarea" otra vez, cambiar el hábito de verte con los ojos, para hacerla con el corazón, por siempre. Eleo: Te llevaste el cielo que construiste y nos dejaste todo el amor con que viviste como con apuro, cada segundo pleno de tu vida. Gracias por el regalo de tu presencia, y hasta cualquier momento, el tiempo es solo una ráfaga.
Profesora María Marcela Hernández y familia.
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A mi querida amiga Eleonora
Eras una nube blanca, una paloma,
un hada protectora de los más débiles,
uno de esos duendes que nos alegran la vida
y nos regalan sueños de juventud.
Eras transparente, pura, alegre y
fresca como una mañana de primavera...
no conocías el resentimiento o la envidia,
y permanecías ajena a cualquier mezquindad del corazón.
Eras una ardilla inquieta,
oteando los misterios de la vida
escondidos en cada árbol, en cada hueco,
en cada corazón humano.
Tu búsqueda no tenía fronteras,
se expandía como una galaxia...
podía elevarse hasta las estrellas
o sumergirse en la profundidades de un océano infinito.
Anhelabas la armonía y la perfección,
y sabías paladear la belleza
en todas sus formas... en el arte,
en la naturaleza y en el alma de los hombres.
Fuiste mi alumna, mi colega, mi amiga...
me regalaste la alegría de tu presencia,
la ternura de tus sentimientos
y la felicidad de compartir tus sueños.
Tu partida es un misterio, un desgarrón...
un hecho dramático que me compromete a seguir soñando,
como lo hiciste vos, hasta el final...
y a luchar por todo aquello que no pudiste realizar.
Querida Eleo, fuiste una mujer que supo honrar la vida...
pero tu amor era tan grande
que también quisiste enseñarme
cómo morir con esperanza y dignidad.
Analía Lanteri 12-1-1996
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LA PLATA, 13 de octubre de 1998
ARTICULO 1º: Autorízase al Departamento Ejecutivo
a denominar "Eleonora" a un sector destacado de la Reserva Ecológica
Municipal ubicada en la localidad de Villa Elisa.
ARTICULO 2º: Autorízase
al Departamento Ejecutivo a colocar un elemento recordatorio a la Sra.
Eleonora Pisano Gobbi, en el sector mencionado en el Artículo 1º.
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Placa colocada en 1998 |
FUNDAMENTOS
La solicitud de dicho pedido se basa en la actuación notoria de
Eleonora Pisano Gobbi, fallecida con escasos 24 años, avalada por
numerosas instituciones, entre las que se cuentan la Secretaría de
Asuntos Académicos de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo, de
donde egresa como Bióloga con orientación ecológica.
Además se han expedido en el mismo sentido la Fundación Museo de
La Plata "Francisco Pascacio "Moreno", el Centro Culturale
"Bivongesi", la Federación de Instituciones Culturales y Deportivas de
La Plata y numerosos profesionales, docentes y alumnos, dedicados al
mejoramiento de la calidad ambiental.
En el informe presentado por la Secretaría de Asuntos Académicos
de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo se pone de manifiesto,
además de su capacidad intelectual, su gran dedicación, su creatividad y
su gran amor por la naturaleza.
La problemática de medio ambiente la preocupó y ocupó
enormemente, dedicándole una gran parte de su tiempo a las tareas
intelectuales y de campo.
Obtuvo una beca de investigación otorgada por la facultad con la
que desarrolló su proyecto de investigación en el Parque Ecológico de
la Ciudad de La Plata, destinado principalmente a la Educación
Ambiental.
Con los antecedentes mencionados se sustenta que es importante
denominar "Eleonora" a un sector de la Reserva Ecológica, en homenaje a
los jóvenes que en todo el mundo han posibilitado la consideración de
los problemas ambientales en el más alto rango de los gobiernos gracias
a su silencioso trabajo de amor a la naturaleza.
El trabajo de la juventud y de los anónimos tenga en "Eleonora"
un símbolo que incremente la formación de conciencia de la herencia
planetaria que legaremos a las futuras generaciones.
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Este era el texto de la placa... porque alguien la arrancó y solamente quedó un bloque de cemento como testigo de este homenaje.
¿Podremos, las autoridades del Parque Ecológico, el Consejo Deliberante o nosotros mismos, los vecinos que concurrimos al Parque, restituir esa placa?
Eleonora Pisano Gobbi nacía en esta ciudad por 1972, estudió en la Escuela Anexa, Colegio Nacional y terminó de cursar la carrera de Ecología en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata. Como becaria realizó trabajos de investigación en este predio, cuyo último proyecto no pudo desarrollar cuando una enfermedad incurable le robó la vida a los 24 años. La cautivó el desafío intelectual de las ciencias naturales, pero al mismo tiempo supo cultivar el canto, el teatro, la literatura... Y sobre todo la amistad. Disfrutaba inmensamente de la naturaleza y de todos sus seres... Y supo prodigar su amor y su alegría a todos aquellos que tuvimos el privilegio de conocerla. Su espíritu inquieto y creativo la llevó a vivir en plenitud y con esperanza hasta sus últimos días. Eleonora es un canto a la vida. Ejemplo de vida para quienes la conocieran y amaran. Que lo sea en la posteridad para los jóvenes que visiten este Parque Ecológico donde se honra su memoria.
Profesora Analía Alicia Lanteri