Aves: Nidos muy particulares

Un nido, ya lo sabemos, es el lugar en el cual las aves ponen e incuban sus huevos y crían sus polluelos. Y aunque solemos tenemos una imagen estereotipada de su aspecto, los hay de diversas formas y tamaños, ubicaciones, grados de protección y cobijo, etc. Cada tipo de nido responde a las características y necesidades de la especie que lo construye. Aunque el nido de muchas especies se parece al típico representado en nuestros manuales de ciencias naturales, en esta entrada vamos a mostrar algunos nidos atípicos que podemos ver a nuestro alrededor.


Carpintero campestre
(Colaptes campestris)
Carpintero real común
(Colaptes melanolaimus)

Todas las especies de esta familia anidan en cavidades. Los pájaros carpinteros excavan sus propios nidos en árboles y normalmente sólo están forrados con el aserrín producido durante la construcción. Al carpintero le lleva aproximadamente un mes el terminar su trabajo. Los nidos abandonados son usados por otras muchas aves y animales. Son típicamente monógamos y suelen trabajan en pareja para construir el nido, incubar los huevos y sacar adelante a los pollos.

Son excelentes trepadoras. Poseen patas grandes con largos dedos, dos de ellos dirigidos hacia adelante y los otros dos hacia atrás. Las uñas constituyen verdaderos ganchos que le permiten asirse a troncos verticales. En la cola tienen plumas timoneras rígidas, fuertes y puntiagudas que le sirven como apoyo para golpear con el pico los troncos, a modo de martillo.

Poseen picos fuertes y cónicos, terminados en punta como de cincel o tijera, que les permiten perforar troncos de árboles para extraer larvas e insectos para su sustento gracias a una lengua muy larga y retráctil.

Podemos buscarlos en zonas arboladas, posados sobre plantas secas o con ramas desgajadas
(foto: www.fotosaves.com.ar)


Cotorra
(Myiopsitta monarcha)

Es originaria de Sudamérica, pero el hombre ha provocado su expansión hasta España (mediante su captura, tráfico y posterior liberación en otras tierras). A menudo se las encuentra enjauladas o sueltas (con sus alas cortadas).

Es un loro de tamaño pequeño, de dorso y cola verde. El pecho, la parte inferior del cuello, la frente y las mejillas son grises. El iris y las patas son de color café oscuro

Son aves altamente gregarias (forman grupos). Sus nidos son construidos generalmente con ramitas de plantas espinosas entretejidas y compartidos por un buen número de parejas (nidos comunitarios), en árboles o en estructuras artificiales como torres o tendidos eléctricos. Coloca de 5 a 8 huevos por nidada. Los que demoran unos 26 días en incubar. Se adaptan a cualquier tipo de climas templados o tropicales; esto se da por la protección térmica que proporcionan las cámaras de los nidos coloniales.

Vuela en ruidosas bandadas, aleteando constantemente. Podemos encontrarlas frecuentemente en montes de eucaliptos (Cuartel, Parque Ecológico, etc)
(foto del autor)


Torcaza
(Zenaida auriculata)

Su nido llama la atención por lo sencillo y precario. Tiene forma de plato poco profundo y las ramitas están a veces tan separadas entre si que permiten ver los huevos o pichones. Son tan precarios que suelen ser las primeras víctimas durante tormentas o vientos fuertes.
(foto del autor)





Con estas especies representamos a los pequeños artesanos que arman sus nidos suspendidos de tallos de juncos en zonas de lagunas.

Junquero

(Phleocryptes melanops)

El junquero, cuyo canto característico simula un rápido e insistente golpeteo de palitos (tic tic tic tic), es un infaltable habitante de los juncales y puede vérselo recorriendo los juncos y bordes de lagunas cubiertos de lentejas de agua, en busca de insectos. Prepara su nido en pareja a partir de septiembre. Tiene forma ovalada, de unos 15 cm, cerrado y con una pequeña entrada. Ubicado a poca altura del agua, está construido con trozos macerados de juncos, que al secar, toman consistencia de cartón, haciéndose impermeables y resistentes a las inclemencias del tiempo.

Tachurí sietecolores
(Tachuris rubrigastra)

El Tachurí tiene hábitos similares. Es curioso e inquieto y difícil de distinguir aunque lo escuchemos cantar. Su nido, sujeto a juncos tiene forma de una copita muy profunda, y está construido con una pulpa formada por la misma planta macerada y cementada con saliva.
Aunque los he escuchado y visto fugazmente, nunca pude ver sus nidos... pero sigo intentando...
(fotos: "100 aves argentinas")

Lechuza vizcachera
(Athene cunicularia)

Habita praderas, estepas, sabanas y áreas rurales. Vive en cuevas, las que son utilizadas durante varios años. A veces aprovecha madrigueras ajenas, pero generalmente las construye o mejora con sus propias garras y pico. La entrada a estas cuevas suele ser estrecha y elevada para evitar el ingreso de agua. En el interior, a través de una galería sinuosa de uno a cuatro metros, se llega a una cámara revestida de pastos secos.

Había un nido bastante importante sobre la mano izquierda, a la entrada del Parque Ecológico. Siempre era posible encontrar a varios individuos posados sobre el alambrado controlando el paso de los visitantes. No se las vio más después de la inundación del año 2008...
(foto: unaflor / www.fotolog.com/unaflor)


Ratona
(Troglodytes aedon)

De pequeño tamaño y plumaje poco colorido, es muy conocida por la gente de campo. Recibe su nombre por su color pardo grisáceo pero también por sus movimientos rápidos y repentinos y a su costumbre de andar por el suelo, como una laucha. Recorre recovecos en pilas de leña, objetos abandonados, arbustos, etc buscando arañitas o insectos.
Para anidar se adapta a una gran variedad de lugares: huecos de árboles, grietas, nidos abandonados, latas tiradas en el suelo, caños, objetos colgados, etc, etc; incluso en el interior de galpones o galerías. Es moradora habitual de las casitas que colgamos en nuestros jardines.
(foto del autor)


Tordo renegrido
(Molothrus bonariensis)

Es un caso interesante pero por oposición a los anteriores: Las hembras no construyen nidos sino que depositan sus huevos en nidos ajenos; para ello merodean los lugares de nidificación de otras especies y cuando estas se descuidan, aquella pone sus huevos, dejando la incubación y crianza de sus pichones a una madre sustituta. Los pollos del Renegrido suelen nacer antes que los de la especie parasitada, con lo que acaparan la comida traída por sus padres "adoptivos". Al no tener que ocuparse de sus crías, la hembra del Renegrido puede poner muchos huevos por temporada.
Este comportamiento no debe interpretarse con criterios "humanos", es una estrategia exitosa de reproducción y asegura una rápida expansión de la especie.


Hornero
(Furnarius rufus)

Construyen sus característicos nidos con forma de hornito con bolitas de barro, pajitas, estiércol y raíces, que unen con sus picos. Casi siempre eligen lugares altos, visibles; como ramas gruesas de árboles, postes de luz o alambrado, molduras de casas, etc. Los dos miembros de la pareja participan de la construcción, mientras haya material disponible. El interior del nido está dividido por un tabique en dos zonas: una pequeña a continuación de la entrada y la otra, de mayor tamaño, utilizada como cámara de cría. Tardan de seis a ocho días en la construcción y aunque resultan duraderos y se mantengan intactos durante mucho tiempo, construyen uno nuevo cada año. Sus nidos abandonados suelen ser utilizados por otras aves como jilgueros, ratonas, golondrinas y hasta pequeños mamíferos. En algunos casos construyen sus nidos encima de otros anteriores.
Por ser tan trabajador es muy apreciado por el hombre de campo.
(fotos: www.fotosaves.com.ar / del autor)


EL HORNERO
(Leopoldo Lugones)

La casita del hornero
tiene alcoba y tiene sala.
En la alcoba la hembra instala
justamente el nido entero.

En la sala, muy orondo,
el padre guarda la puerta,
con su camisa entreabierta
sobre su buche redondo.

Lleva siempre un poco viejo
su traje aseado y sencillo,
que, con tanto hacer ladrillo,
se la habrá puesto bermejo.

Elige como un artista
el gajo de un sauce añoso,
o en el poste rumoroso
se vuelve telegrafista.

Allá, si el barro está blando,
canta su gozo sincero.
Yo quisiera ser hornero
y hacer mi choza cantando.

Así le sale bien todo,
y así, en su honrado desvelo,
trabaja mirando al cielo
en el agua de su lodo.

Por fuera la construcción,
como una cabeza crece,
mientras, por dentro, parece
un tosco y buen corazón.

Pues como su casa es centro
de todo amor y destreza,
la saca de su cabeza
y el corazón pone adentro.

La trabaja en paja y barro,
lindamente la trabaja,
que en el barro y en la paja
es arquitecto bizarro.

La casita del hornero
tiene sala y tiene alcoba,
y aunque en ella no hay escoba,
limpia está con todo esmero.

Concluyó el hornero el horno,
y con el último toque,
le deja áspero el revoque
contra el frío y el bochorno.

Ya explora al vuelo el circuito,
ya, cobre la tierra lisa,
con tal fuerza y garbo pisa,
que parece un martillito.

La choza se orea, en tanto,
esperando a su señora,
que elegante y avizora,
llena su humildad de encanto.

Y cuando acaba, jovial,
de arreglarla a su deseo,
le pone con un gorjeo
su vajilla de cristal.

3 comentarios:

  1. Sr Juanjo: Me parecio muy interesante esta nota, en realidad todas lo son. Le sugiero tratar un tema importante: las podas, su uso y abuso. Muchisimas gracias.

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  2. donde es su ubicacion

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  3. La ubicación de City Bell?
    Es una localidad de 30000 habitantes, 40 Km al sudeste de Buenos Aires, Argentina.
    ver www.citybellviva.com.ar / ubicación

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